martes, 28 de julio de 2009

Un cuento incompleto....


este es un cuento salido de la cabeza de oskarin.... bueno era mas simple asi que he tenido que agregarle algunas palabras... parafrasis mas bien es lo que he hecho.... esta incompleto por que aun no ha escrito nada mas.... u.u
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Hace ya tiempo, en una región escondida y por lo mismo no muy conocida de México, nació, en un día agradable y soleado, un pequeño con una extraña enfermedad, una de esas raras, de esas que le dan a una de cada cien millones de personas, la enfermedad hacia que su nariz creciera y creciera y al nacer fuera tan enorme como su cabeza, por consecuencia, eso hacia que su nariz ocupara la mayor parte de su cara, dejando así poco lugar para los ojos, lo que le hacía difícil poder centrar su mirada, su boca era pequeña y casi invisible, así, todo esto, le daba una apariencia espeluznante.

Desde el nacimiento, al verlo, sus padres supieron que el llegaría, tendría una vida muy difícil y batallaría mucho, mucho, por su apariencia, pero a pesar de eso no dejaron nunca de amarlo.

Ya cuando tubo la edad suficiente, entró a la escuela, sus compañeros lo molestaban, se reían de el, le ponían apodos y le inventaban feas y rítmicas canciones.
Fue una verdadera lastima que nunca se imaginaran que todas esas burlas le generarían traumas y ya de adolescente llegaría a ser una persona que guardo y se quedo todo su enojo, lo cual lo acabó por dentro y ya cuando no pudo mas, y su paciencia rompió los limites, exploto, y así como de fácil se oye, tomo la pistola de su papá, que estaba guardada bajo llave por si algún día los asaltaban, y fue matando de cuantos tiros fueran necesarios a toda persona que lo vio feo y lo molesto en el pasado por ser como era, dejando ir a los que lo ayudaron y lo defendieron, dando así sus últimos momentos de vida, al joven Arizon; claro que esto es otra historia.

Lo molestaron y lo molestaron, lo molestaban en la entrada, en el receso, en la salida, pobre Arizon, lo molestaban hasta en sus propios sueños o ya mejor dicho sus pesadillas, una mañana decidió esconder su cara en una bolsa de papel, para no verse y mejor aun para que nadie mas lo viera, pero, el papel era tan frágil y su nariz era tan grande que la bolsa se rompió. Arizon estaba desconsolado, el solo quería escapar de todo eso y ahora no podría, por que la bolsa siempre iba a romperse ya que su nariz siempre haría que esta se rompiera.
Estaba tirado en el suelo y no sabia que hacer, fue entonces cuando debajo de la cama lo vio, una sonrisa se asomo en lo diminutos labios de Arizon, tomo el tennis y se lo puso en la cabeza, ¡un tennis! Claro que mejor respuesta a una pregunta tan abierta, ¿Qué más podría protegerlo de las filosas e hirientes miradas y de los penetrantes y mal intencionados comentarios?....
Un tenis, fácil.
El tenis se amoldaba a su cabeza y al tenerlo puesto el lo convertía mas que en un escudo, en un casco, si era su casco de imaginación real, el objeto con el que podía crear su mundo, donde ser el no importaba tanto, un lugar en donde ser el estaba bien, por que era lo único que el necesitaba ser. El podía ser superman un día, astronauta al otro, caminar en la luna, y al minuto siguiente estar corriendo auto, era todo lo que el quisiera y lo mejor de todo, lo mejor de su mundo, mejor que ser cualquier cosa que pudiera hacer o creer, era que ahí las personas no lo veían raro, por que si el quería no había personas y si quería también las personas eran como el.

Con el tiempo, un tennis en la cabeza se volvió necesario para su vida, tanto así como tomar agua o incluso respirar, y es que era la única manera en que el no tendría por que enfrentar la realidad o mejor dicho su realidad, el podía escapar con su casco y protegerse así con esa armadura. Y fue tanto así que hasta la usaba en clase, los maestros lo comprendían, dejándolo usar su tennis.

ElNoConver
Y el seguía con su converse en la cabeza, iba de arriba para abajo, con el estaba siempre, salía a la tienda, iba al baño, incluso quiso una vez bañarse con el, tan solo que un converse mojado no huele nada bien, así que eso no volvió a intentarlo nunca,

El converse, que bueno, en realidad no era un converse sino que era un simple tennis que su hermano vio en un tianguis cercano a su casa, le gusto y se lo compro, a su hermano de verdad le gustaban sus imitaciones de converses, pero al ver que a su pequeño y narizón hermano le servían mucho mas que para lo que eran se los regalo, le regalo los dos por que, la verdad un tennis sin el otro solo podría servirle a su hermano.

Todos los días, Arizon, llegaba de su casa a la escuela siempre molesto y algo deprimido, pero su imitación de converse y su imaginación lo ayudaban a olvidar y lo sacaban de ese lugar, diariamente empezaba un nuevo viaje, ¿hasta donde? el no sabia hasta donde llegar, tenia un camino y una mente libre; y como siempre solo el cansancio seria la limitación, eso o la hora de comer, cuando su mama lo llamara.

Es extraño realmente lo que para cada quien tiene un valor y un significado, a este pequeño niño solo le eran necesarios para estar feliz un pedazo de tela y un barato trozo de goma.

Esto recuerda a uno de esos momentos agradables vividos en la calidez interior de aquel zapato.



-Ser superman-

En su momento de risas y juegos, una fantástica idea llegó y cruzo por la mente de Arizon,
-quisiera salvar a las personas,- entonces comenzó a imaginar, personas felices de que el estuviera ahí, personas que evocaban sonrisas al verlo, pero no eran las sonrisas de mofa a las que el estaba acostumbrado, eran de gratitud y de alegría, pero que mas si ese día el era un súper hero.

¿que clase de súper hero podía el ser?, Se le vino a la mente: doctor, bombero y por alguna extraña razón oruga
y al final algo increíble y poderoso, obviamente pensó en ser un clásico súper hero,
-¡SUPERMAN!- exclamó, extendió sus bracitos por delante y empezó a correr por la casa, corría en círculos, de una habitación a otra, corría imaginando que aéreamente recorría la ciudad
- SSSSz, volando por los cielos voy- se le oía decir
- SSSSz- intentando reproducir el sonido de una heroica capa rompiendo la barrera del viento.

Su cabeza en ese momento era una montaña rellena de ideas, pensaba en lo que siendo en aquel instante el era.

-¡¡¡¡puedo correr más rápido que un auto!!!!, ¡soy mas fuerte que mi hermano!, ¡puedo volar mas rápido que un colibrí! (un dato que acababa de ver en la escuela) y puedo… mmm, también puedo, ¡puedo comer una galleta de un solo mordisco!- esto, pensó el que era forma de ser un hero, pero la verdad es que era lo único súper que el conocía.

- SSSSz- seguía volando por el piso de su casa.
- ¿quien necesita de mi ayuda?- exclamo y empezó mentalmente desde su virtual cielo a examinar su imaginaria ciudad.
- ohh! que es eso- se acerco para ver mejor.
- a una niña la están empujando unos niños malos- bajo a toda su velocidad y empezó a golpear a los agresores
-PUM, POW- como siempre reproduciendo cada onomatopeya para que fuera escuchada fuera de su mundo…
- estas bien niña?- preguntó.
- oh, si señor extraño, muchísimas gracias.- Al decir esto, la niña fue y le dio una patada a uno de los niños en las costillas que se retorcía de dolor en el suelo.




y de repente mientras observaba su anterior hazaña escucho una lejana voz que se acercaba:
- Aaaaarizon,
¿Quién seria? ¿Acaso alguien mas que lo necesitaba? Se ya preparaba para ir al rescate…
- Aaaaarizon, vente a comer.-
y de un salto Arizon fue despojado de su victoria para regresar a la realidad
Corriendo se fue a donde realmente si lo llamaban.
-Hora de comer-

-Como te fue hijo- saludo su mamá con una expresión reluciente, ya llevando los platos a la mesa.
Hola mami- respondió el con la imborrable sonrisa de su pasada e inolvidable victoria y continuo:
-bien, ya sabes lo normal, solo esos niños, que mal educados, quisieron arrojarme un chicle, pero no te preocupes gracias a mi tennis no lo tengo en el cabello- dijo despreocupado,- sino tendrías que cortarme el cabello otra vez.- y sonrió, se veía claramente que estaba ya habituado a aquel tipo de maltratos.

la cara de su madre reflejo tristeza, obvio, nadie quiere que su hijo sufra, y menos aun que su hijo se acostumbre a aquel tipo de trato.

- Que tienes mami.- respondió Arizon a la reacción de su madre.
las palabras de Arizon hicieron llorar a la joven señora, que con la voz quebrada solo pudo decir:
- nada hijo, nada, estoy bien, ya comete tu brócoli- extendió el plato hacia la mesa y le hizo una seña para que comiera.

El hizo cara de asco, si, asco,¿¡brócoli¡?, eso no es comida para un niño, menos para un niño hero como el, pero su madre lo veía esperando que el comiera, así que sin mas remedio, Arizon, Se puso el tennis en la cabeza, esto para no oler tan bien el brócoli y con mucho asco, el tan verde como la planta se la comió.

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