Ilusiono cada célula de mi cuerpo con tu aroma
juego con el fuego de tus ojos,
me pierdo imaginando tus pasos,
dibujando tu silueta con mi dedo,
pasando por tus angulares lados,
buscando el apoyo en tu increíble fuerza,
miro al cielo
el tiempo corre y el reloj me maldice.
juego a la primavera cundo se muy bien que es invierno,
busco las flores cuando se están marchitas,
pero queda la esperanza de los botones
renaciendo entre hielo y tierra fría.
Comienzo mi camino de nuevo,
corriendo para alcanzar mi destino,
me entrego a un remolino de mentiras
y veo extraviada la ruta de regreso.
Solo me queda la magia efímera
de lo que vivimos entre la agonía,
los momentos que siempre se quedan
las tormentas que en la mente anidan.
Confió mi sueño a las estrellas
Consiente de que estoy en un mejor cielo que ellas
Recorro la oscuridad en mi pensamiento
para encontrar tu forma hecha veneno,
veneno que mata lento
y me ciega para lo k a m alrededor tengo,
busco la mano que me guía.
los remolinos de las sabanas nos absorben,
el alrededor no existe,
las únicas voces son nuestros ecos,
y el sudor es solo una reacción de nuestros cuerpos.
Y después de rebobinar cada escena,
siento que algo no esta bien,
que el amor no es real,
que lo que siento por ti desaparecerá,
que lo que dices sentir no existe….
La imaginación me aterra,
los pensamientos que antes eran bellos
ahora se ahogan en esta pena.
La única verdad se esfuma
aunque la única verdad es de quien la toma,
Empiezo a querer liberarme de esto,
pero quiero pensar que estaremos juntos
más allá de nuestros ocasos.
Pero que hay mas allá de esta alba,
y mas allá del horizonte,
la fina línea que separa el cielo de la llanura es irrompible,
lo que esta cerca es separado por una fina línea
que no deja estar junto
lo que quiere pero no debe entre si tocarse.
Y para negar los pensamientos,
en un invisible lienzo coloreo los mejores momentos,
combinando todas las pociones
y los matices para así hacer nuevos pigmentados sentimientos
Condecoro los buenos días
con coronas de titilantes amapolas,
corro por el jardín en donde sembré la luz aun no absorbida….
juego con el fuego de tus ojos,
me pierdo imaginando tus pasos,
dibujando tu silueta con mi dedo,
pasando por tus angulares lados,
buscando el apoyo en tu increíble fuerza,
miro al cielo
el tiempo corre y el reloj me maldice.
juego a la primavera cundo se muy bien que es invierno,
busco las flores cuando se están marchitas,
pero queda la esperanza de los botones
renaciendo entre hielo y tierra fría.
Comienzo mi camino de nuevo,
corriendo para alcanzar mi destino,
me entrego a un remolino de mentiras
y veo extraviada la ruta de regreso.
Solo me queda la magia efímera
de lo que vivimos entre la agonía,
los momentos que siempre se quedan
las tormentas que en la mente anidan.
Confió mi sueño a las estrellas
Consiente de que estoy en un mejor cielo que ellas
Recorro la oscuridad en mi pensamiento
para encontrar tu forma hecha veneno,
veneno que mata lento
y me ciega para lo k a m alrededor tengo,
busco la mano que me guía.
los remolinos de las sabanas nos absorben,
el alrededor no existe,
las únicas voces son nuestros ecos,
y el sudor es solo una reacción de nuestros cuerpos.
Y después de rebobinar cada escena,
siento que algo no esta bien,
que el amor no es real,
que lo que siento por ti desaparecerá,
que lo que dices sentir no existe….
La imaginación me aterra,
los pensamientos que antes eran bellos
ahora se ahogan en esta pena.
La única verdad se esfuma
aunque la única verdad es de quien la toma,
Empiezo a querer liberarme de esto,
pero quiero pensar que estaremos juntos
más allá de nuestros ocasos.
Pero que hay mas allá de esta alba,
y mas allá del horizonte,
la fina línea que separa el cielo de la llanura es irrompible,
lo que esta cerca es separado por una fina línea
que no deja estar junto
lo que quiere pero no debe entre si tocarse.
Y para negar los pensamientos,
en un invisible lienzo coloreo los mejores momentos,
combinando todas las pociones
y los matices para así hacer nuevos pigmentados sentimientos
Condecoro los buenos días
con coronas de titilantes amapolas,
corro por el jardín en donde sembré la luz aun no absorbida….
Encuentro la paz antes perdida
entre una ilusión de tus palabras,
me bebo cada lagrima no derramada
y celosamente guardo esas perlas
en un cofre que jamás debe ser liberado.
Y aun así sigo aquí
buscando llegar al amanecer en tus brazos,
intentando retroceder las sensaciones
y tratando de no perder el olor de tu piel de mi cuerpo,
quiero dormir para soñar nuestra cercanía.
